FAMILIA CAdA

Pizzería Pizzarima

¿Quién está al otro lado de Pizzería Pizzarima?

Detrás de Pizzarima hay una historia de esfuerzo y pasión por la gastronomía. Aunque el dueño no es originario de Alaquàs, lleva años conectado al pueblo: «Trabajé como repartidor aquí durante mucho tiempo, y conocí a mucha gente. Fueron esos mismos vecinos los que me animaron a dar el salto y abrir mi propia pizzería».

Su experiencia como repartidor le dio una ventaja única: «Conozco los gustos de la gente, sus calles y hasta sus horarios. Ahora, en lugar de llevar las pizzas, las preparo con el mismo cariño que ponía en entregarlas».

Pizzarima

¿Por qué has abierto tu negocio en Alaquàs?

La decisión de establecerse en Alaquàs fue natural: «Aunque no nací aquí, este pueblo me dio oportunidades cuando era repartidor. La gente me trató siempre con confianza, y cuando quise emprender, no dudé en hacerlo aquí».

Para él, Alaquàs es el lugar perfecto para un negocio como Pizzarima: «Es un pueblo con vida, donde la gente valora la comida hecha con calidad y el trato cercano. Además, ya tenía una relación especial con muchos clientes potenciales».

Pizzarima comercio

¿Por qué formáis parte de CAdA?

Para Pizzarima, CAdA es una pieza clave en su día a día: «Es como una gran familia de comercios. Aquí no estamos solos: podemos pedir consejo, compartir experiencias y estar al tanto de cosas que nos ayudan a mejorar, como cursos o ayudas».

Además, destaca el valor de la unión: «En CAdA aprendí que los comercios locales somos más fuertes cuando trabajamos juntos. Nos apoyamos, nos promocionamos y, al final, todos salimos ganando».

Pizzarima es más que una pizzería: es la prueba de que el esfuerzo y el cariño por un pueblo pueden convertirse en un negocio lleno de sabor. Como dice su dueño: «Alaquàs me dio una oportunidad, y yo le devuelvo cada día con mis pizzas». Y así, entre horno y horno, sigue escribiendo su historia.